Literalmente Educa tu Mente: El mito de Don Juan

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Burlador de Sevilla (1641)
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Cuando hablamos de Don Juan, no nos referimos simplemente a un personaje de la cultura española, sino al mito de Don Juan. Pero… ¿Qué es un mito?

El mito forma parte de la evolución del ser humano, de su idiosincrasia y ha estado presente en su evolución antropológica. No tiene edad ni tiempo. Pertenece al tiempo sagrado. Aunque por definición el mito no tiene tiempo, en el caso específico del mito de Don Juan sí que tenemos una fecha concreta: 1630, año en que por primera vez se estrena el Burlador de Sevilla, de Tirso de Molina. Os estaréis preguntado que si tiene una fecha exacta y un autor (Tirso de Molina), cómo Don Juan se sigue aún considerando un mito. La cuestión es muy simple:

1) Tirso es el “inventor” del contenedor: su maestría ha sido reunir elementos dispersos de la cultura mediterránea que ya existían anteriormente. Su toque magistral es el hecho de reunirlos y cohesionarlos todos en una única obra.

2) El mito de Don Juan no habla de un mujeriego enloquecido sino de un hombre que conquista a las mujeres (la seducción de las mujeres ya existía en la cultura mediterránea desde Ulises). Sobre todo, habla de un tema humano, mejor dicho de un misterio del ser humano, la muerte. A este tema está encadenado otra cuestión fundamental del mito, el tema de la resurrección: un vivo desafía a un difunto, un difunto que resucita y vuelve para castigar al vivo y un vivo que en ningún momento ha dejado de ser “el seductor”. La delgada línea que separa el mundo de los vivos y muertos desaparece en Don Juan. Por si esto no fuera suficiente, hay otro elemento fundamental: la trasformación del difunto en piedra. Incluso este hecho se considera un elemento antropológico, pues desde un punto de vista antropológico tenemos la necesidad de reproducir los difuntos, y en el mito de Don Juan aparece una representación del físico del muerto que ya está en piedra; una resurrección en piedra equivale a eternidad porque la piedra es por antonomasia el material más duro, frío y sin vida de la naturaleza y, por su intrínseca composición, desafía siglos tras siglos, al tiempo.

3) Otra prueba de que Don Juan es un mito es su perdurabilidad, algo que no se agota nunca. Cada cultura y época vuelve sobre el mito, lo hace resucitar y lo trata de manera diferente. En le caso del Romanticismo, por ejemplo, Don Juan revive como representante de la rebeldía humana mientras que llega a personificar la castración masculina al final del siglo XIX.