José Zorrilla: acerca de su vida para entender su obra. (Parte I)

José Zorrilla. Spanish writer.
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José Zorrilla y Moral nace en 1817 en Valladolid. Su padre, hombre de rigidísima moral, es funcionario y no aprueba la actividad literaria de su hijo. No consentirá nunca su inclinación literaria.

Por otro lado, Zorrilla adora y tiene como referente a su madre, una mujer dulce, bella y callada. De hecho, todas las mujeres que nuestro autor describe tienen como modelo a su madre.

Después de un tiempo, destinan a su padre a Sevilla. El paisaje andaluz con sus cálidos colores impresiona positivamente a nuestro autor. De Sevilla su familia se traslada a Madrid; es aquí donde Zorrilla estudia con los jesuitas y empieza a descubrir los grandes autores románticos junto con Walter Scott. Con 12 años comienza a escribir su primera obra teatral y al mismo tiempo empieza también a representarla; es autor a la par que actor. Como anécdota mencionaremos que su padre quemará su primera obra teatral. Cabe destacar que los jesuitas valoran muy positivamente, desde el siglo XV, el teatro, considerándolo el medio de transmisión didáctica por excelencia. Es por eso que Zorrilla toma lecciones de actor dramático. 

Posteriormente, la familia se traslada a Toledo. Su padre quiere que estudie leyes y sea abogado. En aquel entonces, Toledo era una ciudad con un estricto control social y vivir allí sería poco menos que condenarlo en una cárcel. Aquí, nuestro autor no desarrolla la actividad prevista por el padre, así que le manda volver a Valladolid, para que desarrolle los estudios impuestos.

A los 22 años el padre desiste de la idea de convertirle en letrado y considera a su joven hijo una persona fracasada. Es entonces cuando Zorrilla decide ir a Madrid y reunirse con su madre. En la capital se hace pasar por italiano y luego por gitano para obtener dinero y esconderse de su autoritario padre, que incluso denunciaría a su hijo. Huyendo de la policía, la justicia y, sin apenas recursos, se entrega a una vida bohemia.

En 1836 su colega Larra se suicida. Zorrilla asiste al funeral y lee sus propios versos por la muerte de Larra. Esta elegía es una revelación para todo el mundo literario presente al funeral.